CUK 33: Otoño 2010 Pollería Ca´n Biel

“De Grupo SADA me quedo con el servicio, la calidad del género y su producto fresco” Preguntar en Mallorca por una pollería donde vendan artículos de calidad con un esmerado servicio al cliente es descubrir Ca’n Biel, un establecimiento que lleva abierto al público desde 1985 y que desde hace cuatro años regenta Joan Pujades. - David Marchal - Ubicada en pleno centro de la ciudad de Mallorca, Ca’n Biel es una pollería con mucha solera, tanta como los 25 años que lleva abierta al público y en los que ha hecho una clientela muy fiel. Ahora bien, su actual propietario, Joan Pujades, sólo lleva al frente del establecimiento desde 2006. “Tengo una empresa de distribución de carne y en ese año no disponía de ningún punto de venta directo al público. Por eso, cuando se jubiló su anterior dueño, decidí hacerme cargo del negocio para explotarlo yo”, recuerda Pujades. Los primeros tres años las cosas han ido muy bien. Sin embargo, en el último están empezando a notar las consecuencias de la crisis, con una reducción de las ventas que ronda el 50%. “No hay que olvidar somos una isla que vivimos del turismo y ahora ha habido un descenso considerable de turistas y eso se nota en todos los negocios”, explica el dueño de Ca’n Biel. “Ahora, por ejemplo, los clientes compran menos cantidad y estiran más los alimentos que adquieren. Les dura más días”, añade. El pollo es la estrella Aunque también comercializa otro tipo de carnes, como cerdo, conejo o ternera, el pollo es el principal producto en Ca’n Biel, pues representa el 40% del porcentaje de las ventas. Con ese volumen de negocio no resulta extraño que Pujades apueste por un proveedor, como Grupo SADA, que le dé garantías a la hora de tener el mejor producto en sus vitrinas. “Son ya muchos años los que llevo trabajando con Grupo SADA y me quedo con el servicio, la calidad del género y el producto fresco que tienen”. Además, continúa, “la relación calidad- precio es muy buena y el público nunca se ha quejado”. Es más, desde que Pujade se hizo cargo del negocio, se han incrementado considerablemente las ventas de pollo CUK entre sus clientes. “Antes no se vendía tanta cantidad de CUK como ahora. Esto es porque los clientes cada vez que lo prueban les gusta más”. De hecho, el responsable de Ca’n Biel afirma que muchas veces decide ponerlo en oferta para que la gente se lo lleve y lo deguste, porque está convencido de que entonces repetirá y ya no querrá el pollo blanco habitual. Sin duda, para Pujade ésta es una de sus grandes satisfacciones: haber conseguido introducir un pollo de una calidad superior y que la gente lo demande por sí sola cada vez que acude a comprar a su establecimiento. Trato personalizado Pero la clientela no sólo sigue acudiendo a esta pollería de barrio por la calidad de sus productos, sino también por el trato personalizado que recibe. “Antes de que se abra al público el establecimiento, tenemos todos los productos listos para ser servidos”, explica. De la misma forma, también dan consejos sobre cómo cocinar determinados platos. “Mi encargado fue cocinero durante doce años, por lo que sabe perfectamente cómo preparar los platos de la mejor forma posible para que les agrade a los clientes. Y es algo que ellos valoran mucho”, concluye.