CUK 41: Otoño 2012. Nuevos avicultores con innovadores proyectos avícolas
La tecnología aplicada a la avicultura.
En Mira, provincia de Cuenca, se siente la avicultura con ilusión. Con tanta que, resistiendo la tendencia general del país, siguen apareciendo nuevos avicultores como Francisco Requena. Son jóvenes, entusiastas con proyección de crecimiento y apuestan por la aplicación de los últimos avances técnicos.
- Xavi Rubio i Giné, xavi.tecnico@copilot-system.com COPILOT SYSTEM, S.A. -
Buscando mejorar su calidad de vida, a la vez que aumentar sus ingresos, Francisco Requena (36 años) decidió embarcarse en esto de la avicultura hace unos cinco años. Así, de la mano de Alfredo Alcalá, comenzó su andadura con una primera nave en octubre de 2007. Ahora bien, tan pronto como llegó el verano de 2011, ya estaba a punto para estrenar su segunda nave con Grupo SADA.
La granja se sitúa a 3 km del pueblo. Esto, combinado con un vallado del perímetro y un sistema de nave cerrada, asegura una óptima bioseguridad. A 33.000 plazas por nave, actualmente dispone de una capacidad de cría de 150.000 pollos/nave y año a un ritmo de 5,5 crías anuales.
Avances tecnológicos
Cada una de sus naves (de 112x15m) dispone de los últimos avances en tecnología avícola, los cuales encauzan una máxima productividad, a la par que facilitan el trabajo del ganadero: bienestar igual para todos, pollos y avicultores. Pero no sólo eso, la tecnología también contribuye al ahorro energético, lo que reduce los costes de cada engorde. La primera base del ahorro energético pasa por una estructura de máximo aislamiento, con la incorporación de materiales de calidad y cerramientos sin pérdidas. Los paneles sándwich de las paredes de las naves evitan que se escape el calor en invierno y el frío en verano. Así se empieza ahorrando: reduciendo las necesidades de refrigeración y calefacción cuando estas tengan su origen en un deficiente aislamiento.
Control ambiental
El siguiente paso contempla el correcto dimensionado de los sistemas de control ambiental a las necesidades de la nave. Debemos disponer de la suficiente capacidad de ventilación, calefacción y refrigeración, pero no por ello hay que instalar el máximo número de aparatos o los más potentes. No queremos invertir más de lo necesario en ellos, ni tampoco que gasten más de la cuenta.
Así, la calefacción ha sido resuelta mediante cuatro convectores de combustión externa de propano de 1.800 m3/h y 56.000 kcal (Copilot SOL GK65). Éstos se ubican en el exterior, lo que reduce a cero el riesgo de escapes dentro de la nave, ya que toda la instalación queda fuera de la misma. Además, como la combustión también se produce ahí, no se consume el oxígeno de dentro de la nave, y así se evitan los perjuicios de una mayor necesidad de renovación del aire. Es más, los aparatos se ensucian menos por hallarse fuera, y sólo requieren para su mantenimiento el soplado con aire comprimido. Sin embargo, no hay que dejar de lado la importancia de su forma de gestión, que se realiza a través del ordenador de control, el cual hace trabajar a los calefactores cíclicamente para evitar el riesgo de estratificación térmica típico del trabajo a sobrepresión.
Al ahorro energético en términos de calefacción también contribuye de forma especial la presencia de seis recuperadores de calor por nave (IC10 de Copilot). Se utilizan fundamentalmente para reducir a mínimos los gastos de calefacción en el primer tercio del engorde. Una vez calentada la nave, con los pollos jóvenes las necesidades de renovación del aire son la principal causa de pérdidas energéticas, y por lo tanto las que conviene prevenir. La elevada eficiencia de estos recuperadores permite asegurar la necesaria renovación del aire, conservando en mínimos las necesidades energéticas para el mantenimiento de la temperatura interior. Además, el mecanismo de intercambio del aparato deja la humedad del aire fuera de la nave. Así se conserva más seco el ambiente y, por lo tanto, la cama.
Ventilación
En lo referente a la ventilación se ha optado por un sistema transversal, mediado por ventanas de trampilla y diez extractores por nave. Éste se combina con el sistema de refrigeración basado en un cooling corrido a lo largo de toda la nave que también presenta sus peculiaridades. Concretamente hay que destacar su facilidad de instalación, lo que permite su desmontado en invierno para alargar la vida de los paneles. Característico de este cooling es también su instalación muy próxima al suelo, puesto que con el paso del aire frío hasta la ventana se permite cierto templado antes de su entrada en la nave.
El cooling es un sistema muy potente de refrigeración, por lo que conviene vigilar el contraste de temperaturas entre el aire de dentro y el frío que entra. Además, está diseñado para evitar su embozado, puesto que las boquillas que vierten el agua en los paneles están orientadas hacia arriba, así se minimiza el riesgo de obturación de los paneles, puesto que las impurezas groseras que pueda arrastrar el agua se quedan en la tubería, a la vez que se asegura una mejor distribución del agua a lo largo de todos los paneles.
Iluminación
Finalmente hay que destacar un sistema de iluminación monocromática (de colores verde y azul), que además de ahorrar electricidad mantiene a los animales tranquilos dentro de la nave facilitando su engorde; y el autómata que regula toda esta tecnología es el webisense de Copilot. Éste permite la gestión manual y automática de todos los aparatos, adecuando las necesidades en función de las curvas que se requiera.
Es más, aparte de su facilidad de uso (imprescindible para sacarle todo su jugo) y de los múltiples sistemas de detección de fallos, dispone de conexión a Internet, lo que permite el seguimiento del correcto funcionamiento de la nave, incluso sin estar presente.
Las mejoras tecnológicas constantes aplicadas a la avicultura han permitido un avance productivo sin precedentes. Y con ello también ha venido un cambio en la forma de trabajar de los ganaderos. Si antes éstos pasaban la jornada en la granja, ahora es importante estar cerca para lidiar con cualquier eventualidad, pero no necesariamente siempre presentes.
No deja de sorprender tanta tecnología aplicada a la ganadería, pero los tiempos cambian. De este modo, para el presente inmediato se plantean como imprescindibles tres requerimientos que antes no parecían tan importantes:
- La disponibilidad de un adecuado sistema de alarmas inteligentes, que permitan la identificación temprana de las potenciales causas de los problemas.
- La disponibilidad de un grupo electrógeno para la eventual necesidad de autonomía energética, dadas las elevadas densidades de cría y requerimiento de la ventilación forzada.
- La disponibilidad de conexión a Internet para poder someter a vigilancia la granja en cualquier momento sin necesidad de desplazamiento inmediato.